Cosas de Aquende
El blog de un Ágrafo juguetón
09 marzo, 2008
 
Subrepticiedades



J.- Bueno, detengámonos aquí. ¿A dónde hemos llegado?

V.- A esto. Que nosotros (la Humanidad), nos hemos catalogado con un número de cualidades a las que hemos dado nombres que inducen a confusión: Amor, Odio, Caridad, Compasión, Avaricia, Benevolencia, etc. Yo quiero decir que adjudicamos equívocos significados a los nombres. Todos ellos son formas de satisfacción personal, de propia recompensa, pero los nombres de tal forma la desfiguran que desvían nuestra atención del hecho. Hemos introduccido también subrepticiamente en el diccionario una palabra que no debía figurar allí en modo alguno: sacrificio de sí mismo. Designa una cosa que no existe. Pero lo peor de todo, es que ignoramos y no mencionamos nunca el Único Impulso que dicta y motiva todos los actos del hombre; la imperiosa necesidad de asegurarse su íntima aprobación personal, en todo caso y a toda costa. A él debemos cuanto somos. Es nuestra respiración, nuestra sangre. Es nuestro único acicate, nuestro látigo nuestro aguijón, nuestro único poder de impulsión; no tenemos otro. Sin él seríamos meras imágenes inertes, cadáveres; nadie haría nada; no habría progreso; el mundo permanecería inerte. Deberíamos descubrirnos reverentemente cuando se pronunciase el nombre de tan elevado poder.

J.- No estoy convencido.

V.- Lo estaréis cuando meditéis.



"¿Qué es el hombre?"
Mark Twain


Que si Que no Que llueva a chaparrón |