Cosas de Aquende
El blog de un Ágrafo juguetón
Subrepticiedades
J.- Bueno, detengámonos aquí. ¿A dónde hemos llegado?
V.- A esto. Que nosotros (la Humanidad), nos hemos catalogado con un número de cualidades a las que hemos dado nombres que inducen a confusión: Amor, Odio, Caridad, Compasión, Avaricia, Benevolencia, etc. Yo quiero decir que adjudicamos equívocos significados a los nombres. Todos ellos son formas de satisfacción personal, de propia recompensa, pero los nombres de tal forma la desfiguran que desvían nuestra atención del hecho. Hemos introduccido también subrepticiamente en el diccionario una palabra que no debía figurar allí en modo alguno: sacrificio de sí mismo. Designa una cosa que no existe. Pero lo peor de todo, es que ignoramos y no mencionamos nunca el Único Impulso que dicta y motiva todos los actos del hombre; la imperiosa necesidad de asegurarse su íntima aprobación personal, en todo caso y a toda costa. A él debemos cuanto somos. Es nuestra respiración, nuestra sangre. Es nuestro único acicate, nuestro látigo nuestro aguijón, nuestro único poder de impulsión; no tenemos otro. Sin él seríamos meras imágenes inertes, cadáveres; nadie haría nada; no habría progreso; el mundo permanecería inerte. Deberíamos descubrirnos reverentemente cuando se pronunciase el nombre de tan elevado poder.
J.- No estoy convencido.
V.- Lo estaréis cuando meditéis.
"¿Qué es el hombre?"
Mark Twain
Uno
"Uno, me aventuro, es los libros que ha leído, la pintura que ha visto, la música escuchada y olvidada, las calles recorridas. Uno es su niñez, su familia, unos cuantos amigos, algunos amores, bastantes fastidios. Uno es una suma mermada por infinitas restas"
'El arte de la fuga'.
Sergio Pitol
Gracias D. Angel
Voz que soledad sonando
por todo el ámbito asola,
de tan triste, de tan sola,
todo lo que va tocando.
Así es mi voz cuando digo
—de tan solo, de tan triste—
mi lamento, que persiste
bajo el cielo y sobre el trigo.
—¿Qué es eso que va volando?
—Sólo soledad sonando.
Ángel González
Cachipollas
"Y en esas horas nocturnas salieron del agua y se elevaron en el aire una cantidad innumerable de cachipollas que, vulgarmente, se llaman efímeras. Sus larvas viven en el agua y son rapaces. De repente, suben a la superficie todas a la vez y se convierten en elegantes criaturas aladas de un color azul pálido, con las alas transparentes y tres cerdas en la cola. Había tantas efímeras que, si la noche no hubiera sido cálida y no nos hubiera asfixiado el olor a hierba seca cortada, las habríamos podido confundir con nieve. Había millares y millares, millones de ellas. Llenaban literalmente el aire, se apiñaban en las ventanas iluminadas de las cabinas, invadían la cubierta y nadaban en el agua. Llevaban prisa por vivir. Disponían de un tiempo escaso: veinticuatro horas como mucho. Se habían elevado desde el oscuro abismo de las aguas para hacerse bellas y morir."
"En las montañas de la Sijoté-Alín"
Vladímir Arséniev
Pues sí
"Dijo:
- Todos, casi todos, somos pequeños hechos. Elaboramos presente menudo y, en consecuencia, pasado aborrecible."
Zama
Antonio di Benedetto