15 mayo, 2005
Hoy tampoco tiene título.
"Los intelectuales, por culpa de la meditación, son menos propensos al amor, puesto que los vapores se desatan con el estudio y marchan desde el corazón hacia la parte opuesta de los genitales, esto es, hacia el cerebro, y por eso engendran hijos débiles y muy diferentes de ellos. Así que les conviene mucho tratar con muchachas guapas y leer literatura erótica; incluso colgar cuadros de mujeres hermosas en sus alcobas y nunca dejar de hacer el amor, sobre todo porque no hay nada mejor para aligerar las preocupaciones."
Girolamo Cardano (1501-1576)